Creo que más de una vez he decepcionado a mi papá, pero nunca tanto como aquel día en que le dije: "papá, soy hincha de la Universidad Católica, no me gusta la U de Chile".
Como no decepcionarlo si desde los 4 años que fui con él fin de semana por medio, sagradamente, a ver jugar a la U en los que por ese entonces eran de los peores años del equipo. Ahí estábamos y salvo la lluvia nada quebrantaba la tradición acompañada por una bebida, helado o el maní tostado, salado, confitado el maniiiii. Con este último tuve mi mejor talla, resulta que nunca me enseñó a comerlo así que la primera vez me comí el maní con cáscara y todo, no sólo con el hollejo sino que también con la cáscara!!!
Mi mamá estaba en la clínica a punto de tener a mi hermana y yo la fui a visitar al día siguiente del estadio. Mi padre no le contó del incidente, pero se enteró igual porque le vomité encima jajaja. Ni les cuento el reto que le dió mi mamá a mi papá, el fanatismo por la U fue más importante que yo por unos momentos :P
Pero no tan sólo de fútbol trata mi relación con el Estadio Nacional, también íbamos todos los fines de semana a ver las carreras al velódromo, el cual se llenaba en los que eran los buenos tiempos del ciclismo chileno. Íbamos a ver ciclismo, volvíamos a almorzar y si había fútbol volvíamos otra vez en la tarde.
Luego fue tiempo de que yo practicara deporte por lo que las mañanas eran dedicadas a mis propios partidos, teniendo a mi papá como principal hincha y entrenador a la vez, me sentía presionado jaja. Curiosamente la mejor anécdota que recuerdo con él no se dio en el fútbol sino en el atletismo =/
Por esos años mi colegio realizaba olimpiadas de atletismo donde competían entre si los cursos, tercero contra cuarto, quinto contra sexto y así. Siendo dos cursos por nivel habían 4 equipos por categoría. Para el año 1991 yo iba en tercero básico por lo que, al competir con los cuartos, teníamos poquísimas opciones en todas las pruebas (a esa edad la diferencia de un año es significativa), en ese marco fui seleccionado como la tercera carta de mi curso en la prueba de resistencia (600 metros planos). La tercera carta jajaja, o sea nadie daba un peso por mi.
Mi papá estaba más nervioso que yo y me dijo: "hijo, tú corre a tu ritmo, no te aceleres más de la cuenta porque es una competencia de largo aliento" y yo le hice caso, corrí a mi ritmo, un ritmo demasiado lento, tan lento que a la mitad de la carrera estaba gritándome: "corre Pablooooo, apurateeee" y me entró la desesperación. En esa carrera pasó de todo, apenas partimos un compañero de curso (la segunda carta) se sacó la chucha porque tenía los cordones desabrochados jajaja, corrí los primeros 100 metros riéndome. Promediando la prueba, y cuando empecé a acelerar presionado por mi papá, me encontraba en un tranquilo y sospresivo quinto lugar hasta que el "crédito" de mi curso me dice: "corre tú, yo ya no puedo más, y cae rendido al costado de la pista".
"Cresta, voy cuarto" me dije, esta es mi oportunidad. Y de ahí desperté, el tercero me llevaba demasiada ventaja por culpa de mi estrategia conservadora. Cuando iba tranquilamente corriendo para terminar quien me antecedía de repente se detiene y sin mediar provocación...
...comienza a vomitar a vista y paciencia mia!!!En ese momento estuve apunto de solidarizar con él y detenerme a vomitar a su lado víctima del asco, pero pude sobreponerme y terminar en un insospechado tecer lugar =) La medalla correspondiente descansa colgada a la pared a mi derecha en este momento, sin duda un gran recuerdo.
El Estadio Nacional siempre fue parte de mi vida, en él pasé numerosos fin de semana compitiendo y viendo competir, pero las visitas se tornaron esporádicas el día de la gran desilusión. La verdad ni yo me explico muy bien porqué no salí hincha de la U, pero, por amor al fútbol y cariño a mi padre, de vez en cuando lo acompaño a hinchar por el club de sus amores tal y como el fin de semana pasado, aunque, y esto es secreto de estado, yo estaba hinchando por el rival, es decir, Antofagasta, mi segunda ciudad.
Pero eso será parte de otra historia.
Saludos a quien lea
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4 comentarios:
En primer lugar gracias por la visita !! .. que buena historia la tuya.. quizas a cuantos debe sucederle lo mismo.. lo bueno es que tienes claro lo que te gusta aunque para tu padre haya sido un balde de agua fria!!
Nunca he ido al estadio .. que increíble.. pero bueno.. dicen que nunca es tarde..
Saludos!
Clau
Qué risa el niño que se tropezó con los cordones! :o Qué mala...
Bueno, respecto a mi carrera, te cuento que soy "una más"... estudio Ingeniería Comercial XD. Y me gusta mucho =)
Saludos!
Hola.... Gracias por visitar mi blog... Tambien soy de la U.C... Y tambien suelo ir al estadio, aunque solo para los parti2 de la seleccion, en fin... Uno no elige de que equpo ser, solo se da, se siente... Nose es dificil de explicar... Te entiendo mucho porque me encanta el futbol... Salu2
Yo tengo un amigo que era un Chuncho Frustrado. Lo molesté hasta que me dolió la guata de risa, pero esa se acabó en el momento que fue lo suficientemente valiente como para cambiarse de equipo.
Lo encuentro genial.
Cariños.
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