Divagando, recordando y comentando

No sé si es gusto lo que siento, pero hace días no podía decir que, siendo las 22:12 minutos puedo sentarme a escribir tranquilamente en el blog. He podido dejar unos comentarios locos por ahí, pero quien no los ha recibido espero sepa comprender que mi tiempo es muy limitado. A fin de cuentas esto de los blogs ni dista de la vida real en el sentido de que si no se cultiva la relación, ésta corre riesgo de desaparecer...

...y se nota, cada día tengo menos posts. Pero en fin, junto con no atormentarme, cada quien cosecha lo que siembra jajaja.

Motivación adicional para escribir lo constituye Atenea (visite su blog para leer acompañado de buena música) por cuanto en su post anterior junto con recordarme de escribir pronunció la palabra mágica que no develaré pues puede jugar en mi contra jajaja.

En fin, Antofagasta ya no es la de antes debo señalar, en mis tiempos de escolar iba en las vacaciones de invierno para escapar del frío...

...y este año fue de los más fríos que se recuerden por allá así que si bien es más cálido que en Stgo. (sobretodo cuando sale el sol) no fue la maravilla.
Pese a ser capital regional, su lejanía la mantenían por ese entonces privada de las grandes tiendas, construcciones modernas, megamercados...

...hoy hay un mall, tres hipermercados y lugares tradicionales como la Feria Modelo están cercanos a desaparecer.
Caminar resultaba un placer, calles silenciosas, comercio cerrado después de almuerzo (la siesta pueee!)...

...hoy todo está siempre abierto y en el paseo Prat cualquiera podría decir que está en un mini Paseo Ahumada.

Por esos años me despertaba sagrádamente a eso de las 6:30 AM cuando pasaba el tren frente a la casa (en pleno centro de la ciudad)...

...y hoy me sio despertando porque si hay algo que conserva la ciudad es esa increíble mezcla entre lo moderno y lo de antaño, llena de vías férreas y trenes cuyas locomotoras dicen "FCAB", Ferrocarril Antofagasta-Bolivia. No importa la cantidad de autos, el TransAntofagasta ni nada, el tren tiene prioridad y pasa por la mismísima Costanera.

Antofagasta conserva tradicionales iglesias que sagradamente tocan sus camapanas los Domingos a las 8AM, al mediodía suena una estrepitosa sirena que marca dicho momento y, aunque parezca extraño para un santiaguino, el 18 de Septiembre a las 8 AM sonaron 21 cañonazos para celebrar a la patria...

...y pensar que aquí eliminaron el cañonazo de las 12 por la contaminación acústica jaja.

En Antofagasta además está mi familia, mis abuelos, tíos y primos. Disfruto un Viernes o Sábado por la noche jugando dominó, cacho, cartas e incluso Lota con mi abuelita!, siempre con un roncito en mano y a veces con algo para picar, disfruto las tardes jugando "sapo" con una chelita y feliz (no sé porqué) me levanto a las 9 AM para salir a caminar con mi abuelo a comprar lo que sea, a ver a los lobos marinos en la caleta, en fin.

Pero Antofagasta no sólo me trae recuerdos añejos, también los hay recientes, de la última vez que estuve para ser más preciso, de mis talones rotos por los bototos, de mi caminata en esas condiciones con la única motivación de hablar con "ella". Podrá ser banal, pero ese "sacrificio" me ayudó a replantearme muchas cosas. Fue como mi propio via crucis y claro, si apenas podía caminar...

...hasta que descubrí los rellenos de sostén de mi prima que actuaron como perfectas almohadillas para aliviar el dolor. Tuve la suerte de que no es muy dotada en ese aspecto jajaja.

Haciendo algo "innovaor", fui a Mejillones por primera vez en años. Lo anterior le habilita a usted, lectora femenina, a entonar la canción que dice "...en Mejillones yo tuve un amor..." jajaja. Es sorprendente Mejillones, está justo al norte de Antofagasta, separado por una suerte de península que deja a ambas urbes en su propia bahía. Mientras Antofagasta es cada día más grande y próspera, extendiéndose insospechadamente hacia los lados (hacia el Este ni hablar, la cordillera de la costa está literalmente en la cara), Mejillones es un pueblucho, lleno de construcciones viejas, silencioso y tranquilo. Bañistas conviven a metros de los lobos marinos en la playa e incluso en invierno se anda con polera (más cálido que Antofagasta). Realmente un buen lugar de veraneo si playa es lo que se busca, pero nada más.

Saben, cuando viajo siempre elijo ventana. En avión me entretengo desde la posición dominante que implica y en medio terrestre admiro el paisaje, pero en este caso...

...a ambos lados hay algo en común: DESIERTO. Una inmensidad que abruma, que intimida, la arena atravezando la carretera, las vías férreas y los trenes apareciendo de la nada y claro, con preferencia, animitas que recuerdan que ahí, algún día murió alguien. Es monótono, pero no deja de asombrarme.

En fin, sin duda las pilas están cargadas y, porqué no decirlo, emocionalmente también estoy fortalecido =)

Saludos y que la primavera les traiga suerte y no alergia!!