El finde anterior

A estas alturas ya no estoy tan seguro si es ventaja o no, lo cierto es que soy de los de largo aguante cuando de tomar alcohol se trata. Es una ventaja porque no quedo en estado de bulto ni dejo de recordar mis acciones, pero por otro lado no alcanzo a desinhibirme como los demás, no me pongo excesivamente honesto ni dicharachero y tampoco empiezo a revelar intimidades.

Dicho lo anterior, paso al tema que me convoca. Estábamos mis amig@s y yo carreteando en Reñaca el finde pasado, en uno de esos carretes all night long donde no se escatima en alcohol cuando comenzaron las ya mencionadas revelaciones por parte de ell@s.

Yo no me espanté ni mucho menos, pero de inmediato caí en cuenta que no estaba ebrio y que ellos sí. El tema: el sexo.

La conclusión a la que ellos llegaron y que yo escuché con atención es que el 99,9% de las personas siente una necesidad inevitable por sexo con cierta y determinada frecuencia, variable por cierto, no muy amplia. Si está pololeando es ideal, salvo cuando la pareja es menos "ardiente", pero si se está solter@ no hay problema, aventuras están permitidas sin mayor compromiso de por medio.

No digo que exista desesperación, pero si la oportunidad se presenta, se toma. Así de simple, sin remordimientos. No importa si uno tiene mucho que hacer o que pensar, de repente y cuando menos se espera vienen esas ideas a la cabeza y todo pasa a segundo plano.

Entonces lo anterior justifica a un gran porcentaje de personas que peca de infiel si es necesario en pos de encontrar a alguien que satisfaga esa necesidad imposible de frenar, o no?

En medio de la conversación caigo en cuenta que sobrios muy pocos reconocerían eso con talta soltura (aunque yo conozco una persona que sí) y vuelvo a concluir que yo soy retro, o algo así...

...pero quizás si el alcohol me desinhibiera sería tan moderno como cualquiera. Porque muy pocos actúan según lo comentado sin alcohol en el cuerpo.