Me dijeron...

gay. Sí, un día, hace casi tres años, supe por un tercero que así me habían calificado: ¿Quién? una amiga, ¿por qué?, porque no quise "agarrármela".

Esto de la amistad hombre-mujer es muchas veces con razón cuestionado por razones meramente naturales. Nos guste o no somos animales, nuestro instinto es procrear (en la gran mayoría) y entre congéneres no se puede. Más allá de eso hay razones varias y discusiones de quienes opinan de una u otra forma, pero lo cierto es que llega un minuto en que TODOS, sin distinción de género, sacamos a relucir nuestro lado más carnal que racional.

Entonces lograr entablar una amistad de esas de plena confianza con alguien del sexo opuesto es difícil, lograr apoyar y recibir apoyo de manera desinteresada es casi una utopía (salvo en aquellas amistades desde cabro chico) y evitar que de repente se confundan las cosas ya raya en lo imposible.

Pero mi esa amistad era bacán, recibí apoyo fidedigno en momentos por decir lo menos complicados y creo que me comporté a la altura de las circunstancias en otros tantos y siempre, pero siempre me esmeré en mantener las cosas claras...

...hasta que un día me pillaron volando bajo y me tomaron la mano. Pensando en como salir del entuerto sin sacrificar una amistad caminamos y cuando encontré palabras (no necesariamente afortunadas), del otro lado se esperaba algo más, algo que yo no quise dar.

De ahí en más todo decayó y fue cosa de tiempo hasta que por "salud mental" ella diera por terminada nuestra amistad.

Curioso no?, quizás una canita al aire y aún seríamos amigos sin ningúncargo de conciencia, pero en ese momento sentí que las cosas no funcionan así y digo en ese momento porque nadie, y repito NADIE puede decir yo soy así o asá hasta que no se encuentra bajo la situación misma no una ni dos veces sino cada una de las veces que ocurra.

Así de simple.